2003 Bilbao. Bilbao en las revistas ilustradas, 1843-1900. Museo de Bellas Artes de Bilbao, 24 febrero - 4 mayo
José Arrue, Sokamuturra en San Antón, c. 1960, Gouache sobre papel, 45 X 56 cm (Propiedad particular, Madrid) |
A lo largo del siglo XIX se produjo una proliferación de
las publicaciones periódicas ilustradas, apoyada en las posibilidades que proporcionaban
las técnicas litográficas y xilográficas, que multiplicó la creación y difusión
de imágenes. La exposición reunirá casi cuatrocientas imágenes procedentes del
interés romántico por los monumentos, pero, sobre todo, por el que despertaron
las operaciones bélicas que se produjeron, durante la Segunda Carlista, en
torno al Sitio de Bilbao, que terminó el 2 de mayo de 1874, y por la primera
industrialización de la Villa. Estas imágenes aparecieron en las principales
publicaciones periódicas de la época (1843-1900), como La ilustración Española y
Americana, El Mundo
Pintoresco, The
Illustrated London News, The Graphic
y la L’Illustration,
entre otras muchas.
Al calor de esa modernización, Bilbao despertó el interés del periodismo
ilustrado, desde entonces empeñado en mostrar en sus páginas episodios del
nuevo paisaje industrial, de la explotación minera, de las novedades
urbanísticas y de la actualidad de la Villa. El interés de la muestra es doble:
enseñar el trabajo xilográfico de los mejores dibujantes y grabadores de la
época, que adelantó por su actualidad y su carácter secuencial algunas de las
formas de expresión que nos son ahora tan familiares como el cine o el cómic,
y, además, presentar un testimonio impagable sobre la historia de Bilbao de la
segunda mitad del siglo XIX.
Dos obras de José Arrue se presentan en la exposición: Sokamuturra en San Antón y El Gargantúa y los gigantes en el Arenal. Javier Viar, autor del texto del catálogo, hace una breve referencia de ambas.
Catálogo p. 52 |
Ambos gouaches fueron reproducidos por la empresa Muñuzuri, Lefranc, Ripolín S.A. para ilustrar sus calendarios publicitarios:
José Arrue, Calendario Muñuzuri 1960. Bilbao 1900. El toro ensogado |
El calendario de 1960 llevaba por título Bilbao 1900. El toro ensogado. La escena transcurre delante del pórtico de San Antón, con el edificio del Hospital Civil de Atxuri al fondo.
No es la primera vez que José Arrue recrea una sokamuturra en sus dibujos. En 1915, el periódico El Liberal de Bilbao publicó un dibujo a tinta al que acompañaba un artículo sobre Ricardo Marín y Pepe Arrue.
El Liberal, Bilbao, 2-V-1915 |
El Liberal, Bilbao, 2-V-1915 |
El Liberal, Bilbao, 2-V-1915 |
Por otro lado, José Arrue dibujó para Arcadio D. de Corcuera, en 1951, una lámina para su calendario con el título Sokamuturra-Bilbao 1905, que en esta ocasión tenía lugar en la esquina entre la calle Ribera y Belosticalle, viéndose la catedral de Santiago al fondo.
José Arrue, Calendario Corcuera 1951. Sokamuturra Bilbao (1905) |
También el gargantúa y los gigantes y cabezudos fueron dibujados en más de una ocasión para ser editados en calendarios publicitarios. En 1951, para la empresa Arcadio D. de Corcuera S.A., localizando la escena en el puente del Arenal en 1920, viéndose la iglesia de San Nicolás tras los árboles.
José Arrue, Calendario Corcuera 1951. Gargantúa, Bilbao (1920) |
Y en 1961, para Muñuzuri, Lefranc, Ripolín S.A., frente al teatro Arriaga.
José
Arrue, Calendario Muñuzuri 1961. Bilbao 1900. Gigantes y Gargantúa |
En este último pueden verse las cuatro parejas de gigantes que acompañaban al gargantúa hacia 1900: Don Terencio y Doña Tomasa, el aldeano y la aldeana, el turco y la mora y una pareja de nativos americanos.
Similar escena reflejada en tarjeta postal de la época.
Indalecio Prieto también recibía el calendario de José Arrue aun estando en el exilio en México. Al parecer, la imagen del gargantúa ante el teatro Arriaga le sorprendió y así se lo hizo saber al ingeniero bilbaino Juan Barandica, quien se había encargado del envío, en carta fechada el 4 de enero de 1961, conservada en el Archivo Histórico de Euskadi. Prieto fallecería en México un año más tarde, en febrero de 1962.
En la carta, Prieto, buen amigo de José Arrue, analiza el dibujo comparándolo con sus recuerdos. Puede intuirse una cierta nostalgia cuando llevaba ya más de 20 años exiliado. Reproducimos, para completar, la imagen de la fachada del Arriaga hacia 1890, fecha de la inauguración del Teatro Nuevo.
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